Protégete de la contaminación en bicicleta

Hoy en día, uno de los problemas que enfrentamos y para el cual constantemente buscamos soluciones es la contaminación. La contaminación del aire afecta especialmente a diferentes poblaciones urbanas: ciclistas, peatones o automovilistas, etc y todos estamos más o menos expuestos a ella. Pero ¿de dónde viene y sobre todo cómo protegerse de sus efectos con mascarillas anticontaminación? Aquí hay algunas respuestas de inmediato.

Partículas que causan contaminación

• Ozono

El ozono forma parte de lo que se denomina “contaminante secundario”. Se forma en la atmósfera inferior a partir de una mezcla de precursores gaseosos. Esta mezcla está compuesta de óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles. Estos elementos son emitidos principalmente por las actividades humanas y también en gran medida por la vegetación. Se transportan rápidamente, en verano aparecen a veces altas concentraciones en la superficie debido a la radiación solar. Cuando hay mucho sol, puede haber acumulación de ozono. Esto se observa particularmente en las regiones periurbanas y rurales a favor del viento de las áreas urbanas.

• Óxidos de nitrógeno (NOx)

Los óxidos de nitrógeno o NOx incluyen dióxido de nitrógeno (NO2) y monóxido de nitrógeno (NO). Estos son los contaminantes que generalmente se emiten durante la combustión a alta temperatura. Los NOx se consideran precursores del ozono, pero también de ciertos ácidos fuertes; A veces pueden ser la causa de la lluvia ácida. El sector de las carreteras es el que produce una de las mayores cuotas de NOx. Este sector fue responsable del 56% de las emisiones nacionales en 2011, seguido por la industria manufacturera con el 14% el mismo año. La agricultura/silvicultura fue la fuente del 10% de las emisiones de NOx en 2011. Sin olvidar las grandes instalaciones de combustión y el sector residencial/terciario, también considerados como fuentes importantes de emisiones.

• Compuestos orgánicos volátiles (COV)

Los compuestos orgánicos volátiles también se encuentran entre los principales contaminantes regulados. Se trata de gases compuestos por al menos un átomo de carbono combinado con uno o más elementos como hidrógeno, halógenos, oxígeno, azufre o incluso fósforo. Sin embargo, el metano es el COV más común en la atmósfera. Se trata principalmente de vapores de hidrocarburos y disolventes procedentes de vehículos, industrias (procesos químicos, refino de petróleo, almacenamiento de combustibles o disolventes), o incluso del sector residencial (con pintura).

• Partículas en suspensión (PM)

Las partículas en suspensión reúnen un conjunto muy heterogéneo de compuestos que pueden tener diferente composición química, diferente estado (sólido o líquido) y dimensiones variadas. Se diferencian según su tamaño:

- El total de partículas suspendidas incluye todas las partículas
- PM10: partículas denominadas “gruesas” cuyo diámetro es inferior a 10 µm
- PM2,5: aquellas cuyo diámetro es inferior a 2,5 µm y que se denominan partículas finas
- PM1.0: partículas cuyo diámetro es inferior a 1,0 µm

Entre las principales fuentes de emisión de partículas PM10 y PM2,5 se encuentran la calefacción residencial, la industria manufacturera, las canteras, las obras de construcción y la construcción, así como el arado, que generan cantidades importantes de partículas de gran tamaño. El sector de las carreteras es también una de las principales fuentes de emisiones de partículas finas PM2,5. El uso de diésel es el principal culpable. El dióxido de azufre (SO2), el monóxido de carbono (CO), los metales pesados ​​como el plomo, el mercurio, el arsénico, el níquel y el amoníaco completan esta lista de contaminantes regulados.

• Quema de combustibles fósiles

La principal causa de la contaminación del aire proviene de la combustión de combustibles fósiles, que a su vez es la fuente de más del 85% de los gases que contaminan la atmósfera. El carbón proporciona la mayor parte de la producción. Este combustible también produce dióxido de azufre, un elemento igualmente nocivo para la salud. Dependiendo del combustible, la combustión también puede emitir dióxido de carbono, que es una de las principales causas de los cambios climáticos actuales. Es él quien también está en el origen del aumento del efecto invernadero; Y con razón, cada año se queman miles de millones de toneladas de combustibles fósiles.

Activando alertas de contaminación

Para conocer los niveles de contaminación es necesario monitorear la concentración del número de moléculas contaminantes en la atmósfera. La ley sobre el aire y el uso racional de la energía de 1996 reconoce también el derecho de toda persona a respirar aire que no perjudique su salud. Así, el Código Ambiental prevé el seguimiento de la calidad del aire en todo el territorio nacional y la información al público. Una misión llevada a cabo por 26 agencias regionales aprobadas por el Ministerio de Medio Ambiente, como Air PACA, ATMO Picardie o Airparif en Île-de-France. En general, se centran en los 4 contaminantes sintéticos más peligrosos para la salud: dióxido de azufre, partículas finas, monóxido de carbono y dióxido de nitrógeno.

Cuando se observa una concentración demasiado alta de estos contaminantes en la atmósfera, la población puede correr graves riesgos. Es entonces cuando se puede dar una alerta de contaminación. El procedimiento se inicia tan pronto como un contaminante alcanza un umbral determinado:

• 400 µg/m³ o 200 µg/m³ de dióxido de nitrógeno de media por hora

• a partir de 240 µg/m³ de ozono en promedio por hora

• 500 µg/m³ de dióxido de azufre en tres horas

• ¡80 microgramos/m² de partículas PM10!

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La mascarilla anticontaminación Frogmask

La mascarilla anticontaminación Frogmask, que filtra hasta el 94% de los contaminantes del aire y partículas finas de hasta 0,4 micras, tiene un filtro FFP2. Protege eficazmente contra la contaminación, el polen, el humo del cigarrillo y otros agentes alergénicos que se encuentran en el aire. El ciclista protege así su salud mientras circula en bicicleta estando cómodo. La máscara Frogmask no restringe la respiración y es muy agradable de llevar gracias a su tejido Mesh3D que es a la vez transpirable y repelente al agua. Fácil de ajustar, no se cae ya que tiene elásticos para pasar detrás de las orejas y una banda para ajustar detrás de la cabeza para un ajuste preciso. Está disponible en diferentes colores para darle aún más estilo a la bicicleta.

Las máscaras protectoras Froggmask cumplen con las normas de seguridad europeas. Cumplen con la norma EN 149:2001 + A1:2009 FFP2 NR que garantiza una protección real contra partículas finas.

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Pañuelo ciclista anticontaminación

Tan práctico como una mascarilla, el pañuelo tiene la forma de una banda para el cuello y se coloca en la cara para cubrir tanto la nariz como la boca. Proporciona al ciclista protección contra el polen, la contaminación y otros, tanto en ciudad como en el campo, gracias a una máscara con filtro integrado. Muy cómodo y transpirable, se adapta perfectamente a cada forma de rostro e incluso protege del frío.

La mascarilla de algodón lavable LeCyclo.com X Mac Care

La marca Mac Care se creó en abril de 2020 al inicio de la pandemia del coronavirus Covid-19 en Francia para proteger a los ciudadanos de las partículas y la saliva. Aunque no es una mascarilla anticontaminación propiamente dicha, la mascarilla protectora Mac Care cumple con la norma AFNOR SPEC S76-001 y garantiza una filtración superior al 90% de las partículas de 3μm. Fabricada en Francia, la máscara está fabricada en tejido y protege tanto a peatones como a ciclistas y automovilistas.

Por lo tanto, a pie o en bicicleta estamos en realidad menos expuestos a la contaminación. Al caminar o circular en bicicleta se evita la acumulación de contaminantes debido a la ausencia de confinamiento y la renovación constante del aire. Sin embargo, se recomienda alejarse del tráfico al caminar o andar en bicicleta o utilizar mascarillas o pañuelos anticontaminación para limitar la inhalación de las partículas más finas y preservar mejor la salud.

Reducir la contaminación con la bicicleta

¿Qué podemos hacer para reducir la contaminación? Una de las soluciones es recurrir a la bicicleta: un medio de transporte ecológico y, sobre todo, no contaminante. Pedaleando es posible reducir las emisiones de partículas contaminantes y por tanto contribuir a mejorar la calidad del aire. Desplazarte en bicicleta también ayuda a frenar el calentamiento global. Efectos que no pueden ser positivos para la salud.

Sin mencionar que con una bicicleta, todos pueden beneficiarse de un medio de transporte económico y rápido mientras alivian el estrés. El ciclismo también es una forma divertida de mantener tu sistema cardiovascular y desarrollar tu resistencia. ¡Esto demuestra que empezar a andar en bicicleta sólo es sinónimo de ventajas!